Desde los emperadores romanos a los parisinos más chics del siglo XXI, siempre ha habido un producto imprescindible para disfrutar en la mesa: El vino. Ideal para celebraciones, charlas con los amigos, cenas románticas… Por eso hoy ponemos toda nuestra atención en él.
Finalizado el periodo de vendimia no queda otra que prepararse para disfrutarlo en todas sus variedades. ¡Y no será porque aquí no haya para todos los gustos! La diversidad geográfica y climática hace que prácticamente en cada rincón podamos disfrutar de denominaciones de origen con una calidad excepcional.
Además el vino se puede disfrutar en todas partes y de muchas maneras. ¿Qué nos decís de disfrutarlo directamente de una bota de vino? Todo un clásico: con auténtica piel, artesanal, tradicional y el sabor tan especial que aporta el cuero. Claro que si el cuero no es lo vuestro, lo mejor es disfrutarlo en una copa, bien aireado, a una temperatura adecuada y en buena compañía.
Una de las principales dificultades para tomar el vino correctamente es la temperatura. No debe estar muy frío, ni tampoco caliente, y sobre todo no utilizar hielos para enfriarlo porque lo aguaríamos. Una fantástica solución es Corkcicle un tapón que es mucho más que eso. Es una especie de carámbano que se mete en el congelador horas antes de necesitarlo. Al introducirlo en el vino lo enfría evitando que se airee o se diluya. Este fántastico carámbano de gel térmico, no solo es un estupendo regalo y una fantástica solución, también deja heladas a las visitas porque tiene bastante clase y es muy original.
Airearlo es otro de los momentos importantes. Es imprescindible hacerlo para realzar su sabor, su aroma… La cuestión es que hay que darle tiempo, dejar que respire una media hora o más para liberar todas sus virtudes. Sin embargo, vivimos en un mundo lleno de prisas y despistes. ¡Llegan los invitados y el vino sin abrir! No pasa nada, tenemos un invento que fascina tanto a catadores expertos como amantes del vino en general. Se llama Vinturi y es un pequeño aparato que airea al momento cualquier tipo de vino. Es perfecto para estas ocasiones.
La tecnología no podía ser menos y también se ha apuntado a tomarse unas copas. Algunas de las aplicaciones más conocidas son: Hello Vino, una especie de sommelier que te ayuda a elegir el mejor vino en cada momento. Otra muy sencilla es Mi vinoteca. Esta aplicación te permite gestionar tus preferencias personales en cuestión de vinos. Así cada vez que vayas a cenar y te guste el vino puedes introducir sus características, fotos y ¡hasta el código de barras! Así crearás poco a poco tu base de datos y podrás compartirla con amigos en las redes sociales.
Eso sí, la mejor manera de disfrutar del vino en todo su esplendor es en su terreno. Visitando los viñedos, dejándote llevar por los aromas, los sabores y las experiencias. Por eso la mejor manera de acabar la semana y el post es con una escapada enológica: Un hotel con encanto, unas bodegas que te esperan y actividades relacionadas con el vino para aprender a disfrutarlo aún más: Catas de vinos, degustaciones, visitas a las bodegas…
No se puede decir nada más a este plan que: ¡Chin chin!