En un vistazo
- Abanicos hechos a mano
- Con materiales 100% naturales
- Diseños originales con preciosos estampados por las dos caras
¿En qué consiste?
Lo mejor para el calor sin duda es un abanico… Para el calor, para echar miraditas insinuantes, ¡y para marcar estilo! El manejo del abanico con salero te lo dejamos a ti, pero el estilo lo ponen estos preciosos abanicos. Son totalmente artesanales y están realizados con materiales 100% naturales como el algodón y la madera. Pero lo mejor, sin duda, son sus originales diseños, actuales y diferentes. Evocan la alegría de los colores, pájaros, mariposas, bicicletas… Instantes de la vida cotidiana con un diseño fresco y muy atractivo. Además, están estampados por ambas caras para lucirlos en cada movimiento. ¡Y hay muchísimos estampados para elegir!
¿A quién va dirigido?
A mujeres originales, divertidas y atrevidas... ¡De las que marcan estilo!
¿Por qué le va a gustar?
Porque son muy ligeros y cómodos y a la vez dan muchísimo más aire que la mayoría de abanicos. Pero, sobre todo, le encantará porque sus estampados son preciosos, originales, modernos, diferentes a todos los demás y muestran su diseño por ambos lados. Es más, si no era muy de abanicos, te aseguramos que en verano no saldrá de casa sin el suyo. ;)
Es bueno que sepas que...
- Son abanicos totalmente artesanales, están hechos a mano uno a uno
- Son naturales al 100%: son de madera y su tejido es únicamente de algodón impreso
- Los abanicos de madera africana vienen cuidadosamente presentados en una bolsita de organza dentro de una preciosa caja rectangular
- Los abanicos de madera de peral vienen cuidadosamente presentados en una bolsita de yute dentro de un original y bonito tubo
- El peso total del abanico de 50 gr aproximadamente. Sus medidas, caja incluida, son 23 x 50 x 17
- Tusitala es una pequeña empresa situada en Barcelona que mima muchísimo sus abanicos
- Como dato curioso, "Tusitala" es un término empleado en la Polinesia que significa “el que cuenta historias”. Así bautizaron los aborígenes de la isla de Samoa a Robert Louis Stevenson, el escritor escocés, cuando se trasladó allí con su familia huyendo de la civilización. Ahora también podréis contar historias con sólo mover con gracia ese abanico. ;)